Esta experiencia me hizo valorar más nuestras tradiciones, agradezco infinitamente a los artesanos mexicanos que continúan con su labor y tradición textil, creando hermosos tapetes, colchas, cortinas, rebozos y demás artesanías danzando con sus hilos y su telar.
Repasando la historia de las actividades comunes de nuestros antepasados, nos damos cuenta de que a lo que hoy llamamos artesanía antes eran artículos, herramientas y accesorios que tenían gran utilidad e importancia en la vida cotidiana.
Es muy triste recibir llamadas de artesanos, amigos de Oaxaca, Michoacán y otros lugares rematando piezas para poder llevar comida a sus familias, muchos de los artesanos viven al día, si no venden, no tiene para comer, esa es la realidad.